La expedición libertadora

·'l65 (88) Mendoza, 24 de mayo de 1816. Señor don Tomás Godoy y Cruz. Mi amigo y paisano: Tengo á la vista la de usted del 12 y en su consecuencia he prevenido á Bargas, el desarreglo en que se hallan los correos á ésa; éste ha quedado en remediarlo, pero para esto es necesario que se establezca posta de la Rioja á Catamarca y de ésta á Tucuroán que no la hay. Veo lo que usted me dice sobre que el punto de la indepen– dencia no es soplar y hacer botellas, yo respondo á usted que mil veces me parece más fácil hacerla que el que haya un solo americano que haga una sola. Ya sabe usted que de muy poco entiendo, pero de política menos que de nada, pero como escribo a un amigo de toda mi confianza me aventuraré á esparcir un poco de erudición gabi– netina; cuidado, que yo no escribo nada más que para mi amigo. Si yo fuese diputado me aventuraría a hacer al congreso las siguientes observaciones, para el efecto haría mi introducción de este modo, propio de mis verdaderos sentimientos: Soberano señor: Un americano republicano por principios é inclinación, pero que sacrifica éstas mismas por el bien de su suelo hace al congreso presente: l? Los americanos de las Provincias Unidas no han tenido otro objeto en su revolución que la emancipación del mando del fierro español, y pertenecer a una nación. 2? ¿Podremos constituirnos República sin una oposición for– mal del Brasil (pues á la verdad no es muy buena vecina para un país monárquico) sin artes, ciencias, agricultura, población, y con una extensión de tierra que con más propiedad puede llamarse desierto? 3? ¿Si por la maldita educación recibida no repugna á mu– cha parte de los patriotas un sistema de gobierno puramente popular, persuadiéndose tiene éste una tendencia á destruir nuestra religión? 4? ¿Si en el fermento horrendo de pasiones existentes, choques de partidos indestructibles. y mezquinas rivalidades no

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