La expedición libertadora

176 No hay tiempo para más, mis afectos á mis amigos Laprida, Maza y padre Oro, diciendo al primero que á La Rosa no le re– compensa el Estado los servicios que está haciendo con cuanto tiene; este sujeto es de los americanos que nos hacen honor. Su amigo sincero y eterno. José de Sn. Martín. -o-- (99). Mendoza, 12 de noviembre de 1816 Señor don Tomás Godoy y Cruz. Mi amado amigo: Recibí la de usted del 26 del pasado. Nada me dice usted sobre la traslación del congreso á Bue· nos Aires, los políticos opinan todos porque sería más aparente á Córdoba, cuyas últimas ocurrencias exigen con imperio la presencia de una representación de respeto, por otra parte, esto lisonjearía á los cordobeses. Estoy seguro que si Moldes entra en el congreso, se disuelve antes de dos meses. El infierno no puede abortar un hombre más malvado, yo no lo he tratado, pero tengo documentos en mi poder de su perversidad; en conclusión este es hombre ene– migo de todo lo que es ordenado y prudente. Ya estamos en capilla, mi amigo, para nuestra expedición, por ésto calcule usted cómo estará mi triste y estúpida cabeza; baste decir á usted que para moverme necesito 13,000 mulas, que todo es preciso buscarlo y sin un solo real, pero estamos en Ja inmortal provincia de Cuyo y todo se hace; no hay voces, no hay palabras para expresar lo que son estos habitantes. Mucho me gusta el .paso del príncipe regente de Portugal, yo creía que jamás lo daría, pero veo que las luces hacen pro-' gresos muy rápidos. Menos dificultad encontraba yo en nuestro

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx