La expedición libertadora

264 al frente de banderas veinte y cuatro horas antes, se hallaban llenas de entusiasmo pretestando morir en el campo, antes que retroceder, de lo cual <lió pruebas Ja infantería en el momento del ataque a la bayoneta, que fue horroroso, presenta a la vista del hombre el cua– dro más lastimoso, y admira al más diestro y valeroso guerrero, manifestando con bastante claridad, cuan distante estaba de suceder semejante acontecimiento, sí en ello no hubieran influido las cau– sas ya indicadas. Visto el desórden, no me quedó más arbitrio que emprender, como llevo dicho, Ja retirada hacia las montañas, diri– giéndome a Ja boca del Maule acompañándome como unos mil hombres con muchos oficiales hasta llegar a este puerto la noche del 14 después de habérseme separado muchos en el camino. Entre estos lo hicieron inculpablemente por la imposibilidad de hacer las marchas a caballo, el ningún descanso, malísimos caminos y peores alimentos donde se encontraban, el Coronel de Burgos D. José Ma– ría Beza, el Comandante de Artillería D. Manuel Bayona, el Coman– dante del Batallón Arequipa D. José Rodil, mi ayudante de campo D. José Valdéz, el Capitán de Dragones de Arequipa D. Manuel Hor– nas, a quien dejé comisionado en Ja orilla izquierda del Maule y a pe– sar de estar gravemente herido en un brazo y traer la bala en él me siguió hasta allí constantemente en la marcha, desempeñando por último el encargo que le confié y cumplió de reunir Ja tropa y reti– rarse con ella a este puerto. La fuerza que opuso el enemigo consis– tía en seis cuerpos de infantería con 4500 plazas, 730 granaderos y cazadores a caballo, 1800 de caballería de Aconcagua y Santiago, y 20 piezas de artillería al mando de San Martín y demás generales: que estuvieron en la acción de Talca. Dios guarde a V. E. rr.uchos años. Talcahuano, 17 de Abril de 1818.- Excmo. Señor.- Mariano OssoriO.- Excmo. Señor Don Joaquín de Ja Pezuela Virrey del Perú. DHDP.- III. -301-305

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