La expedición libertadora

293 to antes al campo y lejos de visitas y se verá pronto restablecido del todo. Se tratará y acordará sobre don Marcos Balcarce y avisaré á usted las resultas. Azcuenaga tiene en efecto sus tiranteces, hijas del aislamiento en que se ve, pero es honrado, amigo del orden, y subordinado: es preciso por consiguiente sufrirle algo, siquiera en consideración á que nació seis mil años antes que nosotros. Escribo en esta ocasión al Cachumbo, pero son tan largas sus cartas y tengo tantas atrasadas, que me da pena tener que empezar. Llegan los hombres á tediarse de papi::les y tal me sucede á mí; pero protesto que en saliendo de este lugar me he de indemnizar bien. Siguen entrando presas á docenas y la España cada día más impotente. Tenemos al célebre coronel Barañao en un cuartel: fué he– cho prisionero con su cacao en un buque procedente de Lima. También está en Buenos Aires el general Milans y otros oficia– les de los que fugaron de Cataluña para substraerse á las cruelda.– des y venganzas de Femando: han sido bien recibidos, como lo se– rán cuantos vengan como amigos á vivir entre nosotros. Ereñú está ya en movimiento contra Artigas, y espero muy pronto que Jo estará igualmente todo el Entre Ríos: les he man– dado armas y municiones. No hay más noticias. Yo soy como de los íntimos amigos de usted. J. Martín de Pueyrredón. -0-- Buenos Aires, 24 de diciembre de 1817. (159) Amigo de mi particular aprecio: En la última del 24 próximo pasado me avisa usted que nues,,. tro Balcarce estaba ya posesionado del mando de jefe interino del

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