La expedición libertadora

308 desnuda de detalles, debo inferir que todo el convoy caerá en nuestras manos, pues supongo que dividido en el Cabo, no había llegado aún. ¡Qué golpe tan funesto para los limeños! ¿Permanecerán aún aquellos patriotas en el silencio vil que hasta aquí? Observamos desde algún tiempo que Godoy anda maleando; y vemos con sentimiento que no es un amigo decidido de la admi– nistración presente. Se nos ha asegurado también que él y Zañar– tú han escrito a usted y a O'Higgins chismes y enredos. Debemos esperar que usted nos diga cuanto haya con la ingenuidad que debe, y bajo el seguro del más alto sigilo: Marte no puede ocultar su corazón. Debe usted saber que este joven, de mi amigo íntimo se ha convertido en mi enemigo mío. Solicitó casarse con una so– brina mía: lo introduje en la casa, me interesé en su enlace, hice los oficios de un hermano, pero la niña comprometida anterior– mente con Aguirre se resistió a toda persuación y consejo. Desde que él vió destruída su esperanza, se retiró de golpe de la casa, y em– pezó a dejarme ver un semblante de desagrado. ¿Creerá usted esto posible? pues juro a usted por el sol, que no ha habido, ni hay más un comino entre los dos. Se me ha dicho que usted está muy provisto de mechas de yesca, cuando aquí no se encuentra una. Guido me socorrió hace tiempo con seis, que entre amigos y yo se han concluído, mánde– me usted una docena aunque sea por el correo. No olvide usted mandarme el informe pedido por Alvarez sobre la comportación de Dorrego. Adiós, mi amigo muy querido, de su Juan Martín de Pueyrredón. Noviembre 24 de 1818. De oficio impongo a usted del afortunado descubrimiento que acabo de hacer de los asesinos mandados por José Miguel Carrera. Tres que iban destinados para concluir con usted y con O'Higgins salieron de aqui en carretas hace nueve días, y tres que salió en toda diligencia una partida con la orden de seguirlos hasta el mis– mo Mendoza y de traérmelos vivos o muertos: el principal de ellos es M. Robert. Tengo otros tres aquí asegurados con una barra de grillos, y se les sigue la causa con ejecución. Está mezclada la Ja. viera y otras chilenas. Acuerden usted y O"Higgins si quieren que