La expedición libertadora

427 No está mi humor para más; por el correo volveré a saludar a usted, entretanto queda como siempre su amigo eterno, T. Guido. -0- (242) Santiago de Chile, 27 de abril de 1819. Señor don José de San Martín. Mi amigo muy querido: Después de haberme entregado Cruz la de usted de 13, recibí la del 15. Usted tiene razón de quejarse de la falta de cumplimiento de los acuerdos, y de temer sucediese lo mismo con el de la expedi– ción del Perú, pero cuando insistí entre los amigos sobre este proyec– to, propuse como preliminar que se delegasen en usted las faculta– des del Directorio para disponer ampliamente y sin el rodeo de los ministerios cuanto fuese necesario al intento. Así se aprobó, pero ya sobre ésto no hay que hablar. Si embargo, como estoy persuadido que nuestra seguridad es quimérica, y el término de la guerra indefinido, si no destruimos el poder de los enemigos en el Perú, creo que no debemos perder de vista el proyecto de expedición para la primavera siguiente. Sentado el principio que usted no viene, como lo he creído mu– cho tiempo ha, me parece no verá usted difícil formar con los dos cuerpos de caballería y el de infantería que pasa, una división de dos mil hombres para noviembre. La fuerza restante del ejército de los Andes que queda aquí puede elevarse en e l mismo tiempo a dos mil quinientos, y agregándosele dos batallones completos del ejér– cito de Chile, podríamos expedicionar con cinco mil hombres para diciembre. Calculo así sobre el supuesto de que no se verifique la expedi– ción anunciada contra Buenos Aires y que Cochrane tenga un buen

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