La expedición libertadora

440 cree que usted que aun antes de decidirse al importante proyecto de expedición debe pasar a esa, lo hará inmediatamente según me lo tiene asegurado con repetición. Todas las relaciones que me han remitido de Valparaíso con– viene en que el plan no puede estar mejor dispuesto para cuando querramos hacer; algunos patriotas vienen en los buques y entre ellos 100 negros que Cochrane ha tenido que traer por lo compro• metido que estaban, y que se han incorporado al número 7. Cochrane asegura que con 400 cohetes puede destruirse la fuer– za enemgia; en las últimas entradas que hizo para reconocer el puer– to se le tiró con bala roja, por haberse dispuesto en Lima que el Vi– rrey estaba autorizado para hacerlo supuesto que éramos insurgen– tes y rebeldes. Dispense usted el desorden de los asuntos de esta carta, por– que actualmente soy atormentado de un fuerte dolor de cabeza y apenas sé qué escribo. Alíviese usted y crea que no lo olvida su más constante amigo, Guido. P.D.- Heras escribe a usted sobre las dificultades que se tocan por la falta de comunicación a este Gobierno de la orden de usted sobre que las cosas quedasen en el mismo estado; que antes de la mera orden, para el repaso de las tropas mucho interesa transcriba usted a este Gobierno la que recibió últimamente ya que por algún olvido no se ha hecho por el ministerio de guerra. Este Gobierno cree con razón que la división de los Andes existente en Chile está bajo sus inmediatas órdenes y que por consiguiente que debe tomar razón de la distribución de los haberes del ejército nuestro. La última orden de nuestro gobierno para que el ejército de los Andes permanezca reunido en Chile, deja lugar a creer que ha deshecho todo cuanto an– teriormente se había prevenido, más como nada se ha hecho oficial– mente es necesario aclararlo. No está en la despensa el cajón de instrumentos.

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