La Marina, 1780-1822

LA MARINA 105 ta regulación. Que como el confesante estaba a la mira de esta operación que se hacía en su casa, aunque retirado como tres pasos, reparó que andando el asistente del Caballero Cortines en dicho baúl se descubrió una talega de crudo cosida con hilo, pero no puede asegurar el confesante si efectivamente fuesen onzas o dinero blanco. Que cerraron esta arca es evidente sin extraerlo, acomodándola en el modo que estaba antes, y de contado pasa– ron a la otra de donde sacaron solo un par de botas y otras pocas cosas de ropa con unas pocas mechas para yesquero, y cerrándolo todo volvió a tomar las llaves el Ayudante Soffia y las mandó al depositario Otoya y que esta operación sucedió según cree, entre el confesante que lo vió, el Ayudante que lo mandó y el asisten– te de Cortines que anduvo en ellos, y la centinela que tenía a la puerta, y responde. Preguntado si observó exactamente y con certeza que la bolsa de pita enrrejada que las monedas que ésta tenía dentro eran de oro o plata, y qué persona de las que presenciaron esta opera– ción la llevó, dixo: Que aunque no le prestó al asunto la exacta consideración que merecía, con todo está satisfecho el confesan– te y cree que en la referida bolsa no iban onzas de oro porque poniéndolas el que las sacó, que fué el asistente del Caballero Cortines, sobre el entablado de casa del confesante el sonido de este dinero no acreditaba ser onzas y sí solo plata blanca, la qual tomó en sus manos el asistente y con permiso del Ayudante llebó a entregarlo al Caballero Cortines, según debe creerse, y responde. Preguntado si en el intermedio pasaron los baúles en su poder de los demás pasajeros, obtuvo alguna otra persona comisión pa· ra abrirlos, dixo: Que ninguna otra persona los abrió ni tocó has– ta el siguiente día, en que caminaron para la ciudad de Piura muy bien acondicionado a cargo del Subteniente (fol. 85). don Ma– nuel Rejón, con su correspondiente escolta: en cuyo tiempo el confesante le advirtió a Rejón redoblara la vigilancia en este equipaje porque según decían llevaban algún interés, pero que este no lo vió el declarante, ni tuvo mérito para ello, y responde. Preguntado si observó alguna infracción en ellos, dixo: Que ninguna ha observado en ello, pero con todo el confesante mandó comprar unas sogas para que se liasen y fuesen mejor acondicio– nados por el camino, y que está informado por el Oficial que los condujo los entregó del mismo modo, y responde. Preguntado si ha tenido alguna relación con Miguel Gamón, diga de dónde es, con qué destino llegó a ese puerto de Payta, si permanece en él o sabe dónde se halla, dixo: Que Gamón es veci-

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