La Marina, 1780-1822

106 CAP. DE NAVIO JULIO J. ELIAS no del puerto de Payta, casado con Da. Rita Espinosa algunos años ha, t iene hijos en ella, y que con este motivo le conoce el confe– sante, guardando una amistad política sin visitarse, y que éste salió del puerto de Payta el diez y nueve de Diciembre del año de ochocientos veinte haciendo de Capitán en el Paylebot Correo para el puerto del Callao, llevando la correspondencia que trajo de Panamá en el propio buque de orden del segundo General que lo era entonces don Joaquín Germán, y que h allándose en el Ca– llao como quarenta días regresó para Payta, y que sabe y está informado que en el aprisionamiento del buque se manifestó fa– vorable al glorioso sistema nuestro, según así lo han declarado todos los Oficiales del buque, pues haciendo dimisión de su en– cargo de Capitán en el Contramaestre, viendo éste que no era ad– verso no se la admitió y antes sí le dixo que mandase y lo verifi– có entrándose con el buque en el modo que está ya (fol. 85v) di– cho anteriormente, y que en quanto a su salida del puerto de Pay– ta lo verificó el veinte y ocho del mes de Abril para la ciudad de Guayaquil a causa de que don Agustín Zubillaga, Capitán y dueño de la goleta Santa Teresa, tocando en Payta, que venía del Exer– cito Libertador donde había manifestado fidelidad a nuestro sis– tema con la erogación que había hecho y pasaporte de nuestro General, le suplicó al confesan te que respecto de que Gamón se hallaba en Payta reducido a la pesca y sin ten er como sostenerse, le había propuesto llevárselo para Guayaquil en su goleta, en donde le daría acomodo en el Astillero, y que con el cariño y respeto de aquel señor Gobernador, que era su pariente, lo pa– saría con mejor proporción, por no tener cómo viajar en la mar. Este fué el motivo de que Gamón a l mes y días de estar en Payta, sin resultivo (sic) el menor, le suplicó al confesante le concedie– se el pasaporte, y más cuando Zubillaga ofrecía ponerlo en Payta siempre que fuere necesario. A la propuesta de Gamón el con– fesante le contestó no podía franquearle dicho pasaporte sin que precediese este requisito por el Comandante Militar del Partido, para cuyo efecto se haría un propio, pero que interesándose éste con súplicas y lástimas y Zubillaga con su fianza, como sujeto co– nocido en Guayaquil y de bienes más que proporcionados según dicen, le contestó el confesante que dentro de dos horas respon– dería. El confesante se fué adonde el Subdelegado de Marina Y se lo consultó con un Oficio que con mucho antes tenía el confe– sante del señor Comandante Militar del Partido, en que le dice por órden: "Impedirá V. el embarque a todo español europeo que

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