La Marina, 1780-1822

306 CAP. DE NAVIO JULIO J. ELIAS dinación y la rebelión, y por último, tiene la imprudencia de negar el haber ofrecido al señor Ministro de Marina en la conferencia citada la devolución de la plata de piña y los 20,000 pesos, agrP– gando que respecto del presupuesto. el dinero estaba a bordo para pagarse a la gente para que no bastaban ningunas razones ni con· sideraciones con el Vice-Almirante de la Escuadra de Chile, y que él estaba resuelto de quedarse con los caudales tomados; se le dijo con fecha 26 de setiembre que podía dar la inversión que gustase al dinero tomado, y dar cuenta de ello a su Gobierno. Noso· tros ignoramos si lo ha hecho y suplicamos a U.S. nos dé alguna luz acerca de esto; pero de uno u otro modo esperamos que el Excmo. Sr. Supremo Director del Estado se servirá dictar medidas eficaces para que el honor del Gobierno del Perú sea satisfecho de los ultrajes tan marcados que el Vice-Almirante de la Escuadra de Chile le ha mferido con su tamaña injusticia y con tanta falta de delicadeza. ENERGIA DE SAN MARTIN. El escándalo producido por el atentado de Lord Cochrane era ya demasiado grande; su actividad la más hostil, manteniendo asi bloqueado el puerto, y tratando de sorprender y tomar a la goleta Montezuma a su entrada en el Callao: y para evitar mayores males tuvo a bien S.E. el Protector acompañarle copia con igual fecha 26 de setiembre de las instrucciones del Gobierno de Chile que autorizan a S.E. disponer del todo o parte de la Escuadra como General en Jefe de la expedición libertadora del Perú; y en virtud de ella, le ordenó saliese inmediatamente para los puertos de este Estado con los buques de su mando, devolviendo antes el dinero y pastas de particulares tomados y que no había siquiera asomo de pretexto para retener. En seguida se le dice con fecha 28 del mismo que "respecto de haber pagado la Escuadra entregase el resto de pastas y plata amonedada del Estado a dos oficiales de la casa de moneda y al comisario de guerra don José Figueroa, pues no teniendo fondos colectados el gobierno era necesario el rPsto indicado para la compra de varias especies pedidas por el mismo Lord Cochrane". En oficio de 29 contesta que "no es él quien debía ser convencido por la nota del señor Ministro de Ma– rina, sino los marineros, los cuales no daban crédito a palabras después de haber sido una vez engañados" y agrega que "en nin– guna comunicación había insistido en que el Gobierno desembol· sase 200,000 pesos; que era cierto que entregó una cuenta del di·

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