Fénix 24-25, 41-116

PALEO - BIBLIOTECAS Y ARCHIVOS PEIUJANOS 43 Mucho falta por estudiar de la época paleolítica y poco es lo que en realidad se conoce a pesar de la cantidad de estudios que se han realizado, pero las tendencias en investigadores más recientes incluyendo a Leroi-Gourhan, Pe– ter J. Ucko y A. Rosenfeld (El arte paleolítico, 1967); J. E. CirIot (El espíritu abstracto, 1966), es ver el simbolismo mitológico, las creencias, cos– mología, etc. de los hombres en la prehistoria. Sea cual fuere el verdadero motivo que impulsó al hombre antiguo a efectuar estos trazos, dibujos y símbolos, lo cierto es que el sentido de comunicación está presente. Manuel Aguirre, en su libro La escritura en el mundo 7, opina ({ue esas escrituras e inscripciones constituyen una forma de representar un animal, un objeto o una idea concreta; pueden no ser el origen de la escritu– ra, pero representan la posibilidad de crearla; posibilidad que se plasma en la mente de alguno y a través de milenios se desarrolla y perfecciona. Las primeras formas de comunicación gráfica o proto-escrituras, así como los primeros sistemas escriturarios establecidos, también han sido tratados amo pliamente por especialistas en la materia y nos hablan de pictografías o icono– grafías (representación naturalista); el pictograma o iconograma, expresa lo que es el dibujo: un caballo, un cazador, etc.; el ideograma se vale de un pictograma o de un símbolo para expresar ya no un objeto sino una idea; se da el caso de un dibujo que como pictograma es una flecha pero como ideo– grama es la idea de caza. Vienen después los sistemas logográficos. signos abstractos que representan la palabra completa sin tener necesariamente rela– ción con la pronunciación. Los siguen los sistemas analíticos, transición de picto-ideogramas o fonogramas; sus signos son pictogramas estilizados o abs– tractos, en parte fonéticos, como la escritura cuneiforme, egipcia, Iritita, cre– tense, china, maya. Como evolución de lo anterior, se desarrollan los fonogramas y escritura fo– nética; se originan en la jeroglífica que combina los sistemas pictográficos y fonético. Los pictogramas ya no representan un objeto o una idea sino el so– nido del objeto representado. Por último tenemos las escrituras silábica y alfabética; la escritura fonética puede ser silábica, como la chipriota o japo– nesa, y alfabética que es la más evolucionada y se representa por el sistema de letras. El Cercano Oriente es cuna de muchos sistemas. Ahí se origina la cuneifor– me (sumerios ) antes pictografías en piedra, muy difundida antes del IV milenio a. C., y que pasa a los babilonios y asirios, a pesar de que estos tu– vieron antes escritura pictórica, utilizada hasta recibir la de los sumerios. Los cretenses tuvieron sistema picto-ideográfico; los hititas, aparte del cunei– forme, utilizaron el ideográfico así como los asirios, quienes la utilizaron pro– fusamente en inscripciones de monumentos, muros, edificios y rocas. Los je– roglíficos egipcios tienen su origen en pictografías, pasan a combinarse con ideogramas e incluso algunos evolucionan hacia fonogramas. La escritura chi– na sigue sustentándose en ideogramas, si bien tienen algunos fonogramas. Consta de más de 40,000 signos ideográficos que vienen desde muy antiguo, 7. Aguirre, Manuel. La escritura en el mundo. Madrid, 19,t6. p. 8. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.24-25, 1977

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