Fénix 32-33, 74-79

dicatoria a la Marquesa de Heredia, después de ponderar el género dramático, con- &esaque, Siendo tal mi concepto del teatro, imagine ustcd lo que me pesará de no poder escribir pa- ra el teatro: pero iqué le hemos de hacer? Dios no me llama por ese camino ... Esto no obs- ta para que yo, sin pensar ya en el teatro, haya querido escribir y haya escrito, además de la zarzue!a, otros dos como cuentos dialogados, que doy, juntos a la zarzuela, en un tomito, bajo cl título común, y no me negará usted que modesto, de Tentativas dromóticas. Una de estas tentativas se titula La venganza de Atahualpa; la otra, Asclepigenia. Ninguna de las dos, cada una por su estilo, es repiesentable; pero ambas. y principalmente la segunda, son de lo nienos malo que he escrito yo en mi vida5. De hecho ninguna de estas dos obras llegaron a ser representadas lo que se compren- de puesto que, a juzgar por "La venganza de Atahualpa", ambas dejaban mucho que desear. Resumamos a continuación el contenido de ésta. La acción se lleva a cabo en Extremadura aliá por 1542. Escrita en prosa, está dividida en tresjornadas. Fran- cisco de Cuéllar abandona sus estudios en Salamanca para jiintarse a la expedición de Pizarro en el Perú donde hace fortuna regresando a Extremadura para casarse con la joven Lauia de la que se había enamorado antes de su partida hacia el Perú. Sin embargo, a su regreso se encuentra con que Laura ya ni es la misma !o que le lleva a sospechar que hay otro hombre por medio. El Único que conoce lo que ha sucedido es el padre Antonio quien por su condición religiosa no puede divulgar la identidad de1 amante. A todo esto regresa también del Perú el hermano de Laura habiendo malgastado su fortuna y con la esperanza de reanudar relaciones amorosas con su tía, Doña Brianda. Esta no se fía de Rivera ni de sus declaraciones de amor. Brianda se compara con Atahualpa al que habiéndose- le concedido la libertad y comprada ésta con todo el oro que poseía, fue muerto vil- mente. El padre Antonio responde a este cargo con palabras que reflejan el deseo de eximir de culpa a los españoles: "Ill Inca fue juzgado y sentenciado. Los jueces darán cuenta a Dios de la sentencia" 6 . El padre Antonio quiere que Rivera tenga "la debida reparación" por la pérdida del honor de su hermana pero no lavada con sangre. Brianda se considera ultrajada y abandonada por su ex-amante Rivera, que ahora se cree alguien importante. Mientras tanto, Laura confiesa a Irene, amiga de la familia, que ella amó al hombre que la deshonró y que nunca más le volvió a ver. ¿Quién pudo haber sido ese misterioso seductor? Y ahora viene lo más grave y es que Irene también conoce su identidad pues resulta ser. . . su propio hijo! Rivera ama de veras a su hermana y siendo ésta huérfana le corresponde obedecer a su hermana mayor. Laura, de acuerdo con la tradición literaria, decide meterse a monja, en contra de los deseos de Rivera que la quiere casar con Cuéllar. 5. Juan Valera. Obras completas (Madrid: Aguilar: 1958), Tomo 1, p. 1245. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.32-33, 1987

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