Fénix 32-33, 74-79

ATAHUALPA EN LA LITERATURA HISPANlCA "Lloremos y muramos, un anciano Con la faz cadavérica- exclamaba: "En J cárdeno fuego de esa hoguera "Va a tornarse en cenizas nuestra raza. "Cumplido está el pronóstico siniestro ... "El enemigo de poblada barba "Torna en desierto las floridas vegas "Y dermmba el imperio con su planta! " Sin la imperial diadema nuestro padre "En premio a su virtud la muerte alcanza ... "Ah! si pudiera mi extenuado brazo "Tender el arco o esgrimir el hacha! Los labios del anciano enmudecieron, Y asomando a sus párpados las lágrimas Con la acerada punta de una flecha Inoculó la muerte en sus entrañas! Consumóse del Inca el sacrificio ... Y ensordeciendo el valle y la montaña, Oyóse un grito de dolor supremo que estremeció de compasión las almas! Creyó en su ingenuidad la muchedumbre Que era el inca inmortal que tos llamaba; y la ibérica turba al escucharlo, con pavor arrojando las espadas escuchó en esa voz desconocida La maldición de la Justicia santa4. Fiel a la leyenda, el autor presenta a los conquistadores como un vaticinio que viene a cumplirse "Cumplido está el pronóstico siniestro". Atahualpa se representa como un dechado de virtudes, "en premio a su virtud la muerte alcanza" que muere sacri- ficado por los españoles. El anciano prefiere suicidarse a presenciar la muerte de su jefe a la vez que la muchedumbre ignorante continúa creyendo en la inmortalidad del Inca. Los españoles asustados ante el grito huyen despavoridosmientras que el narrador invoca la "maldición de la justicia santa" como venganza por este crimen. Este poema contiene elementos románticos como el suicidio,muerte en la hoguera, gritos misteriosos, venganza, etc., reflejando así el gusto literario del romanticismo movimiento que para esas fechas iba desapareciendoen España pero que continuaba en vigor en Hispanoamérica. El poeta utiliza su imaginación para dar mayor realce a ciertos aspectos de su poema como, por ejemplo, la muerte de Atahualpa que como sabemos no perece en la hoguera sino en la horca. Si la primera de estas dos obras pecaba en favor de los españoles, esta última es claramente favorable a Atahualpa, personaje que no fue precisamente un santo. La tercera y última versión del tema de Atahualpa es fruto de Juan Valera y es una obra teatral publicada por primera vez en la Revista de España en 1878. Valera ad- vierte y reconoce públicamente sus limitaciones en cuanto a este género. En la de- 4. Revista peruana (Lima; Imprenta Liberal, 1879), T.I., p. 26. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.32-33, 1987

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx