Fénix 24-25, 5-11

UN IMPRESO DE ESPINOSA MEDRANO 7 En el título de la censura, Espinosa aparece como "Cura rector de la parro– quia de Chinchero y sus anexos", cargo que no figura en la relación de la Philosophia Thomistica, La novena maravilla, los Anales del Cuzco, o en los "Documentos para la historia del Cuzco ... " que transcribe Julián Santis– teban Ochoa. Este nombramiento llena un vacío entre 1658, en que Espinosa fue cura de españoles en la catedral del Cuzco, y 1677 en que fue párroco de San Cristóbal, pero la obtención de dichas parroquias tuvo no pocas difi– cultades, según se infiere del Discurso impreso por Espinosa sobre "si on concurso de opositores a beneficio curado deha ser preferido caeteris paribus el beneficiado al que no lo es" 6. Aquí el autor protesta por las desventa– jas de los teólogos, que dedicados a la cátedra, no ejercen tareas pastorales, lo cual los descalificaba en las oposiciones eclesiásticas 7. La protesta fue escuchada por los capitulares cuzqueños, y antes de 1669 Espinosa obtuvo la parroquia de Chineheros y sus anexos. La parte de mayor interés de la censura contradice estas ideas del Discurso. ya que explica el aislamiento provinciano del doctor Bravo de Paredes en Quiquijana como la suerte de muchos teólogos convertidos, por necesidad, en párrocos de lugares misérrimos. La identificación de nuestro doctor con Bravo de Paredes es obvia, y la censura resulta ser, en parte, una nueva pro– testa del teólogo olvidado que ambiciona ahora una prebenda de acuerdo a sus conocimientos. Ambición que Espinosa llevó a cabo en 1683 al obtener la canonjía magistral de la catedral del Cuzco. Hasta aquí los hechos. Lo que sorprende es la forma como Espinosa lamen– ta su aislamiento en Chinchero, pues citando un refrán que llama "vino de teólogos", al más recio (necesario, según Erasmo, para digerir las culpas del pueblo) llega a decir lo siguiente: "Que aguardiente bastara por aca, para la decoccion de culpas de Indios, de igno– rancias de barbaros, crudezas de Neophitos; Sino vino de Teologos, que es lo mes– mo, que estomago de Abestruzes, celebre mas ayna por digerir agenos yerros, que por calentar delicias propias?". Semejantes palabras serían inexcusables en la pluma de un teólogo -si su sentido fuese afirmar que las culpas de los indios eran más graves que las de herejes, falsos conversos, o relapsos europeos-, pero se trata simplemente 6 - En su aprob~ción al Discurso ___ fray Francisco de Loyola de Vcrgara informa con toda claridad sobre los motivos que tuvo Espinosa Medrano para escribirlo: "estrañara no ver a este sugeto premiado, sino se me huuiesse aduertido que le detenian la Catedra, que regentaua en el Colegio, y el pulpito que seruia en la Catedral: y. esto mesmo que le emharaca los acensos, ya se vé quanto le adelanta e~ los merrtos, ~ si a vista destos seruicios, deue ser preferido en los concursos". Diecorso sobre SI en concvrso de opositores a beneficio cvrado Deua ser preferido caeteris paribus el Beneficiado al que no lo es en la promocion de dicho Beneficio (Lima, 1664), f. IIv. 7. Acaso a esta dificultad se refiere Clorinda Matto de Turner, pero exagera o in– venta al escribir: "Se siguió un largo litigio bajo pretexto de que, siendo indio el Lunarejo no era digno de ocupar la silla canongial'". Bocetos al lápiz de Ameri– canos célebres, p. 33_ Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.24-25, 1977

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